Siempre se ha utilizado la etiqueta que el deporte une a los pueblos, que si la hermandad, y demás gamelotes por el estilo, pero la historia nos ha enseñado que detrás del deporte está la política, seguida muy de cerca por la guerra, los mejores ejemplos para probar mi dicho podrían ser la Masacre de Munich, cuando un grupo auto denominado Septiembre Negro secuestró a 9 deportistas de la delegación Israelí, durante la XX Edición de las Olimpiadas de Verano, terminando todos muertos tanto los secuestrados como los secuestradores, el otro ejemplo al que puedo citar seria el Boicot que realizó Estados Un idos a las Olimpiadas de Moscú, pues aunque hoy esto le parezca gracioso USA argumentó que la intervención de La Unión Soviética a Afganistán era en realidad una invasión y violaba el Derecho Internacional, el entonces Presidente gringo Jimmy Carter amenazó con a cualquier atleta norteamericano que intentara acudir a la cita olímpica con retirarle sus pasaportes a esta decisión se unieron Alemania, Australia, Argentina, Japón, Turquía y Noruega; de igual manera la Copa Mundial de Fútbol, fue suspendida en los años 1942 y 1946 debido a las guerras mundiales; ahora bien a la Copa América, no le conozco ningún anécdota de terrorismo o de boicot políticos, pero nada más y nada menos El Departamento de Estado de los Estados Unidos alertó el viernes a estadounidenses que planean viajar a Venezuela para la Copa América que “consideren los riesgos” de su seguridad personal, incluso la eventualidad de atentados terroristas, durante el torneo de selecciones de fútbol, y yo me pregunto ¿Quiénes podrían realizar actos terroristas en la Copa? y la única respuesta que encuentro seria “los mismos del paro petrolero”, “los mismos del 11 de abril” en fin los mismos que perdieron el poder en el país y no encuentran el modo de recuperarlo y no les importa destruirlo con tal de recuperar los espacios perdidos, pero cabe otra pregunta ¿Por qué sospecha USA de la posibilidad de atentados terroristas? y también la única respuesta que encuentro es “que ellos saben lo que son capaces los locos que ellos financian”; gracias a Dios esto lo sabe el actual gobierno y está tomando todas las medidas pertinentes para evitarlo y yo estoy muy seguro que no ocurrirá absolutamente nada, bueno tal vez exagero y sin van a ocurrir algunas cositas, pues ya durante el amistoso entre Costa Rica y Venezuela y País Vasco y Venezuela vimos ciertas cosas que nos indican por donde van los tiros; para explicar esto tengo que decir primero que los canales que fueron autorizados para transmitir la Copa fueron Meridiano TV y el nuevo canal dos TEVES y el caso de de Meridiano TV es el que nos ha mostrado las guarimbitas que están preparando, en el primer amistoso que nombre este canal colocó el marcador del partido con la bandera de Venezuela volteada, es decir al revés y en el segundo de los amistosos colocó a un pequeño grupo de supuestos fanáticos cerca de un micrófono con sonido de fondo gritando consignas contra el gobierno; son cosas como estás las que podrán ocurrir durante la Copa América que comienza el 27, pero como siempre el gobierno tiene las ventajas pues TEVES tiene cobertura nacional y Meridiano solo en algunos lugares del país además del cable y Directv, pero evidentemente que la mayoría de los venezolanos la tengamos que ver por TEVES con la narración de César Nanu Díaz, Lázaro y Alex Candal y estoy seguro que también el gobierno tiene preparadas algunas sorpresitas a su favor en el acontecimiento futbolístico, además del éxito de la misma que es otra cosa de la que estoy muy seguro.-
Amanecerá y Veremos Deportivo
lunes, 25 de junio de 2007
viernes, 13 de abril de 2007
¿Una copa de vino tinto?
El siguiente articulo no es escrito por mi, pero para inaugurar la página deportiva de Amanecerá y Veremos me pareció muy apropiada; que lo disfruten.-
escrito por Antonio Rodríguez
Aunque lo parezca, no voy a hablar aquí de gastronomía, a pesar de que se podría escribir mucho sobre el vino que en mi país de origen, España, es algo más que una simple bebida y tiene toda una rica cultura alrededor. De lo que estoy hablando es de la Copa América de Fútbol que se va a celebrar próximamente en Venezuela y donde, además de disfrutar de grandes momentos con los equipos estrella, pienso que podemos asistir al descubrimiento por parte del resto del mundo de la realidad de este deporte el país venezolano.
Sin duda, que a veces ver las cosas desde una perspectiva externa ayuda a discernir con más claridad sobre dicho asunto. Así pues, podría ser más clarificador analizar el papel de la selección venezolana desde fuera de este país. Ese es mi caso con respecto al equipo vinotinto (aquí aparece por fin el líquido elemento del título) ya que reconozco que era un desconocedor del fútbol venezolano y hace unos días empecé a cambiar mi apreciación.
Todo comenzó después de ver el partido del Caracas en la Libertadores ante el River Plate, donde lo que pensaba sería un paseo para el club millonario se convirtió en una gran sorpresa al caer derrotado por los venezolanos y ser eliminados de la competición. A partir de ahí, en mi cabeza se fueron uniendo pensamientos, visiones e ideas en principio inconexas. De pronto me vino a la mente la imagen del futbolista del Mallorca Juan Arango, y de momento caí en la cuenta de que éste era venezolano. Poco a poco se fueron enlazando esas impresiones y al final llegué a un fantástico descubrimiento: Venezuela también existe en el planeta futbolístico.
Y entonces, si va a ser la sede de un acontecimiento tan grandioso como la Copa América, si ser anfitrión es siempre un factor añadido a la motivación, y si realmente tiene jugadores de calidad que hasta ahora habían pasado inadvertidos para la gran mayoría de aficionados ajenos a otra realidad que no sea Brasil o Argentina; entonces, ¿qué pasaría si en esta ocasión los venezolanos dieran la sorpresa y por lo menos se colarán en las semifinales? ¿Y si llegarán a la final? ¿Y si ganaran? No sabemos qué pasará porque todo es posible en el deporte, pero de momento para un aficionado más como es el que suscribe, hay un aliciente más para ver la próxima competición de selecciones americanas. No puedo dejar de pensar desde entonces en que sería bonito disfrutar este verano de una copa de vino tinto, y no me refiero sólo a la bebida.
Aunque lo parezca, no voy a hablar aquí de gastronomía, a pesar de que se podría escribir mucho sobre el vino que en mi país de origen, España, es algo más que una simple bebida y tiene toda una rica cultura alrededor. De lo que estoy hablando es de la Copa América de Fútbol que se va a celebrar próximamente en Venezuela y donde, además de disfrutar de grandes momentos con los equipos estrella, pienso que podemos asistir al descubrimiento por parte del resto del mundo de la realidad de este deporte el país venezolano.
Sin duda, que a veces ver las cosas desde una perspectiva externa ayuda a discernir con más claridad sobre dicho asunto. Así pues, podría ser más clarificador analizar el papel de la selección venezolana desde fuera de este país. Ese es mi caso con respecto al equipo vinotinto (aquí aparece por fin el líquido elemento del título) ya que reconozco que era un desconocedor del fútbol venezolano y hace unos días empecé a cambiar mi apreciación.
Todo comenzó después de ver el partido del Caracas en la Libertadores ante el River Plate, donde lo que pensaba sería un paseo para el club millonario se convirtió en una gran sorpresa al caer derrotado por los venezolanos y ser eliminados de la competición. A partir de ahí, en mi cabeza se fueron uniendo pensamientos, visiones e ideas en principio inconexas. De pronto me vino a la mente la imagen del futbolista del Mallorca Juan Arango, y de momento caí en la cuenta de que éste era venezolano. Poco a poco se fueron enlazando esas impresiones y al final llegué a un fantástico descubrimiento: Venezuela también existe en el planeta futbolístico.
Y entonces, si va a ser la sede de un acontecimiento tan grandioso como la Copa América, si ser anfitrión es siempre un factor añadido a la motivación, y si realmente tiene jugadores de calidad que hasta ahora habían pasado inadvertidos para la gran mayoría de aficionados ajenos a otra realidad que no sea Brasil o Argentina; entonces, ¿qué pasaría si en esta ocasión los venezolanos dieran la sorpresa y por lo menos se colarán en las semifinales? ¿Y si llegarán a la final? ¿Y si ganaran? No sabemos qué pasará porque todo es posible en el deporte, pero de momento para un aficionado más como es el que suscribe, hay un aliciente más para ver la próxima competición de selecciones americanas. No puedo dejar de pensar desde entonces en que sería bonito disfrutar este verano de una copa de vino tinto, y no me refiero sólo a la bebida.
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